viernes, 5 de octubre de 2007

No te olvides que un tema escabroso es aquel sobre el que nos es difícil hablar

Ya que nuestros lectores dijeron que sería bueno escribir sobre el tema de la sexualidad, no quisimos hacernos los distraídos. Hubo un primer valiente que incursionó sobre el asunto, desde luego nosotros lo acompañamos. Apreciaremos tus sugerencias y tus comentarios.

HABLEMOS DE SEXO
La verdad que no resulta para nada fácil hablar de este tema, ni siquiera sé si van a ser capaces de publicar esta nota, lo cierto es que por qué no intentarlo. Busqué la palabra sexualidad en Internet y decía
“La sexualidad es el más delicado de los comportamientos humanos. Exige cualidades de inteligencia, equilibrio, desprendimiento interior y generosidad. La sexualidad es el único terreno en el cual resulta imposible hacer trampas"
Después me puse a pensar en la masturbación solitaria, seguramente es la actividad sexual más frecuente entre nosotros los adolescentes. Entonces decidí investigar también acerca de esa palabra y encontré esto: “Con respecto a la masturbación, se le han atribuido a lo largo de la historia cantidad de males imaginarios, entre los cuales destacamos: la pérdida de memoria, la parálisis, la imposibilidad de tener hijos y montón más de creencias sin fundamento con el objeto de provocar temor.” En otra parte de ese texto decía:”La masturbación es necesaria como conocimiento de nuestro propio cuerpo, algo realmente útil en la adolescencia. Con esta técnica tratamos que nuestro cuerpo responda a los estímulos erógenos que le enviamos, nos satisfacemos y a la vez nos conocemos. Este es el primer paso para una sexualidad positiva en la etapa adulta. Bajo una forma más compleja, la masturbación en el adolescente puede indicar una tensión psíquica al margen completamente de la sexualidad, representando para muchos una manera de consolarse frente a un entorno nocivo, un modo de evadirse, actúa de alivio corporal ante una tensión emotiva, en otras palabras, de relax. La clave a menudo que determina la adecuada sexualidad del adolescente y futuro adulto está en la educación sexual recibida.” Cuando leí esto me pregunté ¿Nosotros recibimos realmente algún tipo de educación sexual?

ANÓNIMO

Cuando un adolescente plantea este tipo de cosas con tanta madurez los adultos no podemos mirar para otro lado. Lo cierto es que dentro de los comentarios que nuestros estudiantes dejan, en más de una ocasión el tema aparece, por lo tanto abrir este espacio no es una mala idea, aunque estamos de acuerdo que el tema resulta un poco espinoso. Con humor y con cierta ironía quiero compartir con todos ustedes, una historia absolutamente real, aunque desde luego ficcionalizada, no sólo por haberla transformado en un relato, sino por el espacio y el tiempo, sobre lo que fue la EDUCACIÓN Sexual por allá, por los años sesenta

La maestra de primero superior se incorporó con el registro en la mano. Los miró a todos y luego como quien cumple un trámite hizo una pregunta que era casi una afirmación.


-¿Son todos argentinos?- frente al silencio insistió ¿Alguno nació en otro país?


Entonces Julia levantó decidida y orgullosa la mano.


-¡Yo señorita! ¡Yo, señorita!Julia insistía con tanta vehemencia que finalmente la maestra entre molesta e incrédula se acercó y le dijo:


-Está bien Julita...¿Dónde naciste?


-En París – contestó resuelta la niña mientras se acomodaba el pelo renegrido que le caía implacable y lacio sobre los hombros


-¿En París? ¿Ténés idea dónde queda París?


- En Europa, señorita, es la capital de Francia


- ¡Ahhh! – se sorprendió la maestra – Bueno, siendo así, le vas a tener que pedir a tu mamá unos papeles. Traeme tu cuaderno así te anoto lo que necesito.


Julia se levantó como si oyera la Marsellesa y le extendió el cuaderno a su maestra.


Apenas llegó a su casa, antes de pedir a gritos la leche , mientras miraba al Capitán Piluso, le mostró la nota del cuaderno a su mamá.


Pilar puso la misma cara de sorpresa que había puesto la maestra pero no dijo nada.


Al día siguiente acompañó a su hijita a la escuela y le pidió que la esperase allí sentadita porque ella tenía que hablar con la seño cosas de grandes.


Julia las observó a través del vidrio de la puerta de la Sala de maestros. No podía escucharlas pero las veía hablar animadamente y reírse con ganas. Miró el cielo y pensó:”Azulunara”, no tenía idea de lo que quería decir pero le resultaba gracioso.


Su mamá y la señorita Elba la sorprendieron y la llevaron al patio de atrás, ese en el que estaba el ceibo. Allí le explicaron que no había nacido en París, que esas eran cosas que decía los papás para explicarles de dónde venían.


-¿No soy francesa? – Preguntó Julita con desesperación. Ser francesa era lo más importante que a un argentino le podía pasar, los franceses nos habían regalado ese Palacio maravilloso donde trabajaba el abuelo. No era posible. Desde que nació le habían dicho que venía de París. Los papás no mienten. Aquí debía haber algún error. Así que resuelta preguntó otra vez.


-¿No soy francesa?


-No-Entonces de dónde vengoJulia observó que su mamá y la maestra se miraban con desesperación. La maestra desvió la mirada y le delegó la respuesta a la madre, era lo justo.


-De una...semillitaJulia clavó la vista en la tierra y contestó con una enorme decepción:


-Entonces soy una planta.


-No mi amor, no sos una planta. Cuando una mamá y un papá se quieren...


- ¡El timbre! Apurate Julita que hay que formar. Sea breve , señora.A Julita parecía interesarle más su origen que “elaguilaguerrera” , levantó los ojos y apuntó su mirada directamente a los ojos de su madre, como quien espera una revelación divina. Pilar sintió que no había vuelta atrás


-Cuando una mamá y un papá se quieren, el papá le pone a la mamá una semillita en la mano que la mamá se toma y después le crece un lindo bebé en la pancita. Esa es la verdad,


-¿Entera? ¿No la mordiste?Pilar tragó saliva y negó con la cabeza.


-Y si una mamá muerde la semillita¿ el bebé nace lastimado?Otra vez Pilar tragó saliva y asintió con la cabeza.


-¡Ahhhhhhh! Por eso hay personas que tienen problemas y nacen sin un brazo, sin una pierna.


- ¿No?Pilar frunció los labios y se quedó inmóvil. Afirmar o negar aquello era ...demasiado.


Cada vez que, desde entonces, Julia veía a alguna persona lisiada no podía dejar de pensar “La mamá masticó la semillita. Menos mal que mi mami se la tragó toda entera.Pasaron algunos meses, tal vez un año. Al lado de la casa de Julia se mudó una niña un poco más grande que ella. Por las tardes jugaban a las figuritas con brillantes o a la payana.


No sin cierta repulsión, que enseguida se transformó en piedad, Julia advirtió que a su amiga le faltaba un dedo. Con aires de suficiencia le trató de explicar. “Seguro que tu mamá mordió la semillita”


-¿Qué semillita?Clarita se echó a reir divertida


–Esas son mentiras que cuentan los padres. Mi hermana, la mayor, me dijo la verdad. Cuando un hombre y una mujer hacen el amor, hacen una humedad y que nosotros salimos de ahí.


Julia no contesto, subió los escalones del porche de dos en dos, cuando pasó corriendo por el comedor, escuchó que una voz por la radio anunciaba. “y una humedad de ochenta por ciento”


No pudo dejar de pensar: ¡Ay, cuantos chicos que van a nacer hoy.!

Por Estela Quiroga